Lo que parecía que iba a ser una desapacible mañana de monte en la
Pinareja, se convirtió una desagradable aventura contra los elementos... Niebla,
muchísimo viento, tanto que el granizo nos golpeaba en horizontal, frío y una sensación térmica que nunca habíamos sufrido. Además
accidentalmente nos desviamos del camino en el regreso por el collado de
Tirobarra, ligeramente pero lo suficiente para
desorientarnos y acabar en Peña
Bercial.

Como se puede ver pasamos de largo uno de los hitos principales del camino, el collado
Minguete, lo cual nos descolocó y "al tirar p'arriba" acabamos en Peña
Bercial (2002 m.). Al final, nuestra clase práctica de orientación en condiciones extremas, sólo nos desvió algo así como kilómetro y medio, y al encender el
GPS, no nos creíamos lo que nos indicaba y llegué a pensar que su jubilación estaba a la vuelta de la esquina (
Navidades...). Pero no, los
desorientados eramos nosotros...

Al final, más de 16 Km de marcha montañera con tres "
dosmiles", las
botas encharcadas, los pantalones empapados, sin ver un sólo paisaje que sirvieron de buen entrenamiento para ir al
Almanzor el día 3 de diciembre.

Ya en
parking la cosa no pintaba todo lo buena que queríamos, pero no
había viento en
en las Dehesas de
Cercedilla
El caso es que hasta Cerro
Minguete (2026 m.) la mañana
fue estupendamente.
Íbamos muy rápidos y animados...

Tras bajar al collado y encontrar la ruta que rodea Montón de Trigo, todo bien señalizado, seguimos hasta el collado de
Tirobarra ( 1984 m.), en cuyas inmediaciones quedan todavía restos de trincheras y posiciones de la guerra civil. Fue subiendo a la
Pinareja (2197 m.) cuando el viento arreció y la cosa se empezó a poner fea...

La zona que lleva a la cima empezó a ponerse muy resbaladiza, y el viento nos tiraba, así que sacamos la ¿foto? de rigor y para abajo, una vuelta que "decidimos" alargar ya que íbamos muy bien de tiempo (hicimos los 16 km en menos de 6 horas en condiciones adversas...)


Y esta semana... ¡El
Almanzor!
Epílogo: Cuentan entre los lugareños de la zona, que por allí vagan las almas en pena de dos montañeros con sus dos perros, que un día se perdieron de la manera más tonta en Cerro
Minguete y que, por más que intentan bajar al puerto de la
Fuenfría, siempre acaban de nuevo en la cima... Es su castigo por aventurarse por esos lares un día de niebla sin mapa y
pobremente equipados. Uno de ellos tiene acento argentino y, cuentan también, que quienes se los encuentran en Cerro
Minguete y se pitorrean de ellos, acaban también perdidos en la misma zona...
Inquietante.
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