martes, 2 de marzo de 2010

El Nevero hace honor a su nombre


Hola, chicos, si estoy de nuevo escribiendo en este blog es porque hay un público que me lo pide, no por propia iniciativa, ya que sabéis que soy de natural modesto. El pasado sábado 27 de febrero nos congregamos cinco valientes para llevar a cabo la ruta que va desde el puerto de la Fuenfría hasta el pico El Nevero, en las cercanías de la bella localidad serrana de Lozoya. Después de un rápido y cómodo viaje en coche (en el que por cierto, Joaquín no calló), y no sin antes cubrir una más que posible retirada prematura certificando la presencia de bares con cierto atractivo en Lozoya nos encaminamos hacia el puerto de la Fuenfría (1773 m), donde dejamos el coche. Creo que a todos nos sorprendió la gran cantidad de nieve que había en el puerto, anticipo de lo que nos íbamos a encontrar. No obstante, la carretera estaba completamente despejada. Después de equiparnos adecuadamente, pudimos comprobar que nuestro guía Mario conocía perfectamente el terreno que pisaba, aunque quiso cerciorarse de nuestra posición analizando una serie de rastros y huellas que sólo los exploradores más avezados son capaces de entender. Poco después de las 11 de la mañana, nos adentramos en el bosque, buscando la valla divisoria que separa la comunidad de Madrid de la provincia de Segovia. Esta divisora nos llevaría sin problemas hasta la cima del Nevero. Después de unos 30-40 minutos de subida en medio de un bosque que nos protegía del temporal, salimos a terreno completamente desprotegido donde comenzamos a sufrir un temporal de viento (ciclogénesis explosiva le han llamado) que hacía francamente molesta la ascensión. En esta zona, el bastón se hundía en la nieve hasta la empuñadura, con lo que calculamos que habría alrededor de 1 m de nieve. Además del viento, una niebla bastante cerrada nos impedía disfrutar del paisaje por lo que, tras unos 20 minutos adicionales de ascensión y llegados a una cota de aproximadamente 2050 m , Manolo Bowen, con esa sabiduría que le caracteriza (Sonia, !qué tio más grande has pescado!), propuso una retirada que todos entendimos lógica, incluso el de Bilbao. Después de una rápida bajada, intentamos dar un paseo por una atractiva pista que salía desde el puerto de la Fuenfría en dirección oeste, pero un joven nos indicó (amablemente) que, al tratarse de una pista de esquí de fondo, no se podía caminar por la misma. A la vista de que claramente no era nuestro día (Manolo del Castillo no estaba y por tanto, no teníamos nada para beber), comimos rápidamente cerca del puerto y nos encaminamos hacia Lozoya, donde después de una breve parada para aliviar nuestra sed, regresamos a Madrid.

1 comentario:

  1. Alberto, ¡qué sorpresa!, no conocía esta faceta tuya tan...¿"parlanchina"?...en cuanto a lo del chico que he "pescado" tienes toda la razón (y aún os quedan facetas por descubrir...no os quiere apabullar así de repente. En cuanto a vuestra aventura tengo mi versión, ya sabes, la crisis de los taitantos, quemar etapas, hacerse los machotes, etc...pero al final lo que os queda es lo que importa, aunque no teminarais la ruta...
    Sonia

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