El plan era parecido al de la última vez, desde Cantochino subimos hasta el collado de la Pedriza para enganchar con la Senda Maeso, con unas vistas espectaculares que no queríamos dejar de enseñar a los compañeros que no estuvieron en la segunda intentona. Eso sí, esta vez evitamos la bajada por el Hueco de las Hoces, para hacer una bajada (fuera de ruta habitual, sino no seríamos nosotros...) hasta el Canto del Tolmo.
Aquí tenéis la ruta y el perfil:
El comienzo no fue el mejor: por un malentendido en el lugar de la cita, el amigo José Manuel no pudo unirse al grupo. Una pena pero la próxima vez no ocurrirá...
Salimos del parking y cruzamos el río bastante crecido, para cruzar la "autopista" y subir directamente al collado por la Gran Cañada, bajo las Cerradillas, hasta llegar a la Senda Maeso, que sube desde Manzanares el Real.
Al llegar a la Senda Maeso hay que cruzar un pequeño arroyo, cosa que hicimos con gracias y estilo, y sino, podéis ver a Marcos con un estilo olímpico que no imaginábamos en él...
Cogimos la Senda Maeso, que nos mostró sus siempre espectaculares vistas. Vistas que no deben hacernos perder la atención sobre los mojones y las marcas del recorrido, ya que es muy fácil perderse entre los cientos de cantos con formas imposibles...
Al final se sale, de pronto, a la pradera del Yelmo; ese día con bastante agua, lo que nos hizo tener que buscar caminos o bien probar la estanqueidad de nuestras botas. (La de las mías funcionó perfectamente bien).
Por fin os acercamos a nuestro objetivo. En la foto veréis a un montañero de mochila amarilla, justo encarando la famosa chimenea que tantos problemas causa a nuestra anatomía...
Una última pequeña dificultad antes de llegar a la chimenea
El caso es coronan sin problemas, disfrutando de unas vistas preciosas
Tras el atasco de gente y desatasco de alguno, comenzamos a llegar los demás...
Lo cual permite una foto general sin Ralph, tras la cámara
Claro que luego tocaba bajar por el mismo sitio...
Para bajar por la pared norte
El cielo se oscurecía cada vez más, así que paramos a comer lo antes posible...
...para comenzar una rápida bajada con sirimiri, entre espectaculares cantos gigantes.
Al final, llegamos al canto del Tolmo
Y por supuesto a las cervecitas de los bares Cantocochino con la Pedriza al fondo, donde fichamos un cocido que os aseguramos que caerá cualquier día... (esperemos que no a la tercera como El Yelmo.)