lunes, 5 de diciembre de 2011

Almanzor (Portilla del Crampón)

Por fin la salida grande prevista para el otoño, hecha casi en invierno. Bueno, sin casi, porque las condiciones que tuvimos fueron de duro invierno. Once horas de duro camino con frío, hielo, viento... aunque también de esfuerzo, compañerismo y risas, aunque no consiguiéramos el objetivo. (De las agujetas prefiero no hablar...)


Ya el perfil y plano muestran lo duro que es el camino (17 interminables kilómetros, sobre todo a la vuelta), con subidas y bajadas que se notan cuando lo que quieres es llegar al coche...



La salida, espectacular. Diana a las 4:30 de la mañana, y retraso en el camino entre Piedrahita y la plataforma de Gredos, ya que no contábamos con el estado de la carretera, sobre todo en el puerto de la Chia, con hielo en la carretera. Pero bueno, pasadas las 6:40 ya estábamos preparándonos...


Salida a las 7 de la mañana, con los frontales y un cielo lleno de estrellas, que no se ve en ningún casco urbano...


Y no menos espectacular, ver amanecer en Gredos, a pesar del frío...




Aquí, el Almanzor, a la izquierda, recibiendo los primeros rayos de sol...

...que no fueron suficientes para quitar algo de hielo a la subida...


Ya en la bajada al refugio Elola, tras un par de resbalones en el camino, tuvimos que calzarnos los crampones, que ya no nos quitaríamos hasta más o menos el mismo punto a la vuelta.

Rodeamos la laguna grande, en algunos tramos por la orilla. Aunque luego vimos que había quien la atravesaba, no nos atrevimos.


Primera etapa: el refugio Elola, aparentemente desierto a las 10 de la mañana aunque a la vuelta vimos que debían estar durmiendo...


Comenzamos el asalto al pico, ajustando el equipo y asegurándonos las cabezas...

La primera pala a la que teníamos que subir... El sol se nos va y el cielo se empieza a cerrar un poco, aunque por lo menos no hay viento.


Una vez pasada la Hoya Antón comenzamos a subir con buen ánimo... y ya con los piolets en la mano


...con vistas estupendas de la hoya y la laguna



Por fin, nos toca girar a la derecha para subir a la Portilla del Crampón. La cosa se inclinaba, y luego tocaba bajar. Además empezó a levantarse un aire, poco molesto al principio, pero que al llegar arriba nos congeló el cuerpo.

El paso hacia la cumbre tenía muy mala pinta: un nevero formado por viento, con mucha inclinación y además, helado. Con menos viento y frío igual hubiéramos montado unas cuerdas, pero no lo veíamos nada claro, y menos con la caída que hay en la otra vertiente, que si por donde habíamos subido era inclinada, por el otro lado era mucho mayor. Así que decidimos plantarnos y dejarlo para mejor ocasión. Por no hacer, no hicimos ni fotos de lo desagradable que estaba el tema por allí arriba...

Tocaba bajar y cada uno lo hizo como mejor supo o pudo. En mi caso, con al inestimable ayuda de Ralph, Alberto y Marcos, que hasta me tallaron endiduras para darme más seguridad. Al final no hicieron falta cuerdas, pero yo no sé si acabé mas agotado que acojo... por la bajada.

Aquí salimos muy guapos, Marcos, Ralph y yo, en último lugar... bajando la última pala.


En el refugio, agotados, no muy hambrientos la verdad, y alguno con mono por exceso de aire puro...

Nos tocaba lo más coñazo: vuelta a al plataforma agotados por el esfuerzo de la subida y la bajada. por lo menos el marco era incomparable.

Sin fuerzas para más fotos, vuelta a Piedrahita, previa cerveza en Hoyos del Espino, donde algunos dimos cuenta de una carne, setas y boletus de categoría.

PD: Agradecimiento enorme a nuestros anfitriones en Piedrahita, Vega y Ralph, que nos acogieron con la mejor hospitalidad del mundo...